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Comunicación comprometida, el fin del Greenwashing

La mejor arma de comunicación es la verdad. Y una comunicación comprometida es garantía de contenidos de calidad, interesantes en sí mismos, no por recurrir al morbo, a ambigüedades o noticias no contrastadas mostradas como verdaderas.

Comunicación eficaz

El objetivo de la comunicación es saber transmitir un mensaje. Para que exista comunicación debe haber, al menos, dos personas: emisor y receptor. Su alternancia de papeles será una de las claves para que exista una buena comunicación, y eso es algo que hoy se ha visto enriquecido con la posibilidad de que los medios de comunicación tengan un mayor feedback de sus emisiones y de sus publicaciones. ¡Lo digital supone un plus a la hora de comunicarse! Abre diálogos donde antes no los había (o más… difícilmente).

Claves para una buena comunicación

Pero, ¿qué ocurre? Sabemos que en una conversación no podemos meternos de lleno en un tema cuando la otra persona no sabe nada de aquello en lo que nos pensábamos adentrar. Hay que comenzar poco a poco, introducir los elementos necesarios para que dicha persona tenga un contexto y pueda entender.

También, si queremos facilitar la conversación, tendremos que ajustarnos al lenguaje que pueda resultar comprensible a la otra persona, atendiendo a nivel socio-educativo y a su desarrollo. La comunicación no puede ser la misma para un niño que para un adulto, al igual que tampoco será igual para una experta en el tema en el que se enmarca lo que vamos a decir, que para alguien que no entiende los conceptos que utilizan las personas especialistas en ese área.

La clave está en ponernos en el lugar de nuestro público objetivo y nos dirijamos a ellos con un lenguaje comprensible y claro que facilite la comprensión de lo que contamos. Un ejemplo típico en el mundo ambiental es hablar con un lenguaje muy técnico a una persona que desconoce elas palabras que utilizamos.

No sólo se trata de ajustar el lenguaje. Busquemos las palabras más adecuadas, y los datos más relevantes para que no distraigan del eje principal de la noticia. Como ejemplo más accesible, los controvertidos casos de noticias sobre violencia de género en los que se cuenta algo que tiene un trasfondo real, pero las palabras empleadas hacen que se entienda de forma diferente. ¡Tanto el contenido, como el lenguaje y dónde ponemos el foco de atención importan!

Comunicación veraz

Encendemos las noticias de la televisión, abrimos un periódico, ponemos la radio, consultamos twitter… son acciones que persiguen algo: conocimiento del entorno. Cada vez disponemos de más medios con los que informarnos, y, más que nunca, se exige una comunicación comprometida. La mentira es mucho más difícil de sostener, y cuando se destapa, la credibilidad del medio u organización que ha emitido dicha «información» falsa… se tambalea. El «poder» ha quedado diluido, se ha generado una desconfianza en el publico que nos lee ya que cada vez son más personas las que cuentan con información contrastada al combinar varias fuentes y adoptar una postura crítica ante lo que ven o leen.

Información vs. desinformación

Hay veces que la mentira es fruto de haberse lanzado algo que no había sido contrastado. Se puede extender un rumor, y acabar dañando la imagen de las personas o empresas involucradas. Por ello, ya no sólo por la imagen que proyecta quien emite la comunicación, sino por cómo puede perjudicar al entorno, importa tener cuidado con la comunicación. ¡La comunicación comprometida es un win-win!

Información vs. Greenwashing

En ocasiones, hay una mentira basada en algo cierto, pero que es amplificado para que parezca tener mayor importancia de la que lo tiene. ¿Dónde se aprecia mucho esto? En los casos de Greenwashing, una empresa puede hacer algo puntual para desligarse de la contaminación que caracteriza su método de producción. Con ello, pretendería ser vista como empresa a la que le importa la sostenibilidad. La comunicación comprometida es aquella que no se deja engañar, y sabe distinguir lo que hay de forma global… y luego ya, destacar lo local, aquellas pequeñas acciones que contribuyen a que una empresa que mola… sea aún más interesante.

Comunicación comprometida con lo verde

¿Quieres ser cómplice del postureo verde?  ¿O quieres ser cómplice de lo verde?

En el mundo de la empresa ambiental, el greenwashing es algo que está ahí, presente. Puede ser más o menos evidente. Hay empresas cuya trayectoria va marcada por su impacto negativo en el medio ambiente, y a quien practica consumo responsable, le resultará fácil identificarlas. ¿Y al resto? ¡Igual de fácil! No tienen más que poner un poco de atención a lo que «se cuece» en los entornos digitales. ¡Las malas prácticas no quedan impunes! 😉

Además, los medios van sumándose a la comunicación comprometida. En la comunicación y en la publicidad se va adquiriendo una visión más amplia: intereses personales, valores, creencias… Los productos en sí, y las noticias en las que se incide más, son aquellas que las personas reclaman. Respecto a los primeros, la funcionalidad del producto o servicio no queda desligada de su papel hacia la comunidad y hacia el medio ambiente. Respecto a las noticias, se pide que sigan un código ético y que no se divulgue aquello que aún no se ha demostrado.

Poco a poco, dando pasos de gigant@s.

Si eres una empresa preocupada por lo social y lo ambiental, cuenta con el equipo de Verdes Digitales para comunicarlo.

 

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