En la batalla contra cualquier producto que sea de un único uso como lo son algunas bolsas de plástico, no estamos solos/as. Si te entra el vértigo cada vez que vas al super pensando en el impacto medioambiental al que puedes estar contribuyendo con cada decisión de compra, este post te ayudará a sentir mayor seguridad. ¡Vamos allá!
De que hablamos...
¿Quiere usted bolsa?
En la vida, hay que saber decir “NO”. En este caso, decir “No”, tiene consecuencias tanto a un nivel individual como a otro mucho mayor.
Desde hace algún tiempo, concretamente, desde el 1 de julio, tenemos un pequeño -pequeñísimo- aliciente externo para evitar las bolsas de plástico que dan en los supermercados: el Real Decreto 293/2018 de bolsas, publicado el 19 de mayo en el BOE. El efecto GRATIS es muy poderoso, pero cuando algo que estabas percibiendo de forma gratuita pasa a tener un pequeño coste, también se nota. Son 5 céntimos, pero todo céntimo duele al bolsillo, quizás antes no reparabas en ello pero ahora seguro que lo harás.
El planeta nunca ha dejado de reparar en ese plástico de más que tanto caracteriza al envasado de productos y al propio ritual de compra. Por “suerte”, el mundo avanza hacia la Economía Circular, y hay alternativas a las bolsas de plástico, así como la espera de la total prohibición de las mismas por el Decreto antes citado, que llegará en 2021.
Alargar la vida de las bolsas de plástico, ¿o no?
Camiseta vieja –> pijama nuevo. Algo parecido sucede con las bolsas de plástico, ¡son taaaaan prácticas como bolsas de basura! Y antes de eso, hay mucha gente que les da algún uso más para la compra -cuando no se les olvida llevarla-. Al final, pueden acumularse en casa bolsas de plástico a la espera de que las vayamos a reutilizar, o mientras guardan su turno como bolsas de basura.
Dos, tres usos. ¡Parecen pocos cuando hablamos de un material que tarda unos 150 años en degradarse! Se trata de, poco a poco, ir reduciendo la basura que generamos, para no esclavizarnos a estas bolsas tan dañinas para el medio ambiente. Con la magia de Internet, es fácil acceder a blogs con muchas ideas o casos que sirvan de inspiración en nuestro camino. Las bolsas de papel que dan en ciertos sitios al comprar fruta a granel, o las bolsas de papel del pan, pueden convertirse en nuestras nuevas bolsas de la basura. ¿Le damos un respiro al planeta?
Opciones de bolsa
De plástico
No todas las bolsas de plástico son iguales. Las muy ligeras, que podemos encontrar en las secciones de fruta y verdura, carnicería y pescadería, son de un solo uso. Un poco menos perjudiciales son las típicas por las que ahora tenemos que pagar, y que dan en supermercados, farmacias o ferreterías.
En las tiendas de ropa, habrás notado que las bolsas no tienen nada que ver, son mucho más gruesas. El Real Decreto exigirá que en 2020 el 50% de su composición, como mínimo, sea plástico reciclado.
Junto a estos tipos de bolsa de plástico, están las oxodegradables -que se prohibirán en 2020-, las biodegradables y las compostables. Estas dos últimas, a pesar de sus prometedores nombres, pueden seguir conteniendo plástico.
De papel
Su degradación es mucho más sencilla, por lo que son más beneficiosas para el medio ambiente. Aún así, tienen pega: son de un solo uso en muchas ocasiones y estamos consumiendo una materia prima finita como es el papel/ árboles.
Reutilizables
Algodón, lino… Bolsas de tela, resistentes y que permiten ser lavadas. Si buscas la opción más eco-friendly, es esta.
¿Eres de hacer mucha compra cada vez que vas al supermercado? Vuelve a los carritos de la compra, aparte de la ventaja a nivel de huella ecológica, está la de que podrás acarrear los productos de una forma mucho más cómoda. Si no te terminan de gustar, siempre te quedan los cestos de mimbre. Asociados comúnmente a la playa, cumplirán a la perfección con esta otra función. ¡Será por opciones!
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