Pufff, es lunes…
Pufff, es lunes. Toca arrancar la semana de nuevo. El negocio no se va a llevar solo por lo que hay que dar el do de pecho y empujar con fuerza. Como cada lunes. Como cada mes. Como cada año.
Puff, es lunes y tengo el calendario de la semana a rebosar de reuniones, citas y compromisos. Entre esos huecos espero tener un rato para “trabajar” delante del ordenador y avanzar con todo lo que tengo pendiente. ¡Qué agobio!
Puffff, es lunes y la lista de tareas para hoy es infinita. Voy a llamar a casa, llegaré tarde seguro. Estoy cansado solo de pensar todo lo que me queda por delante. Trabajo, café, trabajo, comer algo rápido, niños, café, cenar, trabajar, dormir. Me agoto solo de pensarlo.
Pufff, es lunes y no tengo tiempo para dedicarlo a cosas importantes. Lo urgente se prioriza y pierden valor cosas tan valiosas como pensar, idear, soñar, crear. Solo está mi yo robot trabajando y “apagando fuegos”.
Y sí…
Tengo una idea, voy a cancelar los compromisos de hoy, y los de mañana. Voy a pasarlos a otro día. Voy a repasar mis tareas programadas y ver las que de verdad debo terminar si o si ahora, en este momento. Voy a cerrar el ordenador, apagar el móvil y ponerme un café. Necesito espacio para la reflexión.
Y si…pienso por un momento en lo importante, en lo que de verdad me llena. Voy a reflexionar y decidir el futuro que quiero para mi, para mi empresa, mis empleados, mi familia, mis amigos.
Pensar estrategicamente…
Ahora que estoy sin distracciones es el momento, de recordar esa visión y misión con las que fundé con muchas ganas esta empresa para volver a releerlas, repensarlas y mejorarlas. No soy ese emprendedor de hace unos años. Ya soy todo un empresario.
A ver, pensemos, con calma…¡Tengo una idea! ojearé ese libro que me regalaron por navidad de design thinking, a ver si me ayuda a aclarar cosas. Mira que interesante gráfico:
Continuará…