Ya tocaba hablar de la CSRD en el blog de Verdes. Ha sido un 2024 donde ha salido en infinidad de conversaciones, reuniones y planes de acción empresariales. Como agencia especializada en comunicación y marketing verde, esta directiva tiene mucha relación con nuestro trabajo y clientes, por lo que vamos a intentar resumir (creo que va a ser un post más largo de lo habitual) qué es esta directiva, qué implica en las organizaciones (especialmente en las del cuarto sector donde nosotros más nos movemos) y qué mejoras va a generar.
De que hablamos...
¿Qué es la CSRD?
Aquí viene la parte que, seguramente, sea la parte más densa, la legislativa, pero sin este contexto los siguientes puntos no tendrán demasiado sentido si no estás familiarizado o familiarizada con la nueva directiva. Vamos allá:
La CSRD (Corporate Sustainability Reporting Directive, o Directiva de Informes de Sostenibilidad Corporativa) es una nueva normativa de la Unión Europea que establece requisitos más estrictos para la divulgación de información relacionada con sostenibilidad por parte de las empresas. Fue adoptada oficialmente el 10 de noviembre de 2022 y publicada en el Diario Oficial de la Unión Europea el 16 de diciembre de ese mismo año, entrando en vigor el 5 de enero de 2023.
Aquí viene el meollo de la cuestión, la CSRD reemplaza a la anterior Directiva de Información No Financiera (NFRD) con el objetivo de transformar la forma en que las empresas reportan su sostenibilidad. Entre sus metas principales, busca aumentar la transparencia y la calidad de los informes, obligando a las empresas a detallar su impacto en el medio ambiente, la sociedad y la gobernanza (criterios ESG). Además, introduce el concepto de doble materialidad, que evalúa tanto cómo los factores de sostenibilidad afectan a la empresa como el impacto que las operaciones de la empresa tienen en el mundo.
Ojo, otro gran cambio es la necesidad de que los informes sean comparables y verificables, para lo cual establece estándares europeos obligatorios (los ESRS). También amplía significativamente el alcance de la normativa, pasando de 11.000 empresas reguladas bajo la NFRD a unas 50.000 empresas, incluyendo PYMEs cotizadas.
En esencia, y según Europa, la CSRD busca establecer un marco uniforme y exigente que refuerce la transparencia corporativa y fomente la sostenibilidad en todos los sectores.
¿Cuándo se va a aplicar la CSRD?
La CSRD se está implementando de forma gradual, y estos son algunos momentos clave que debes tener presentes:
- 1 de enero de 2024: Grandes empresas ya sujetas a la NFRD deberán empezar a reportar sobre el año fiscal 2024.
- 1 de enero de 2025: Todas las grandes empresas que cumplan dos de los siguientes tres criterios:
- Más de 250 empleados.
- Más de 40 millones de euros en ingresos.
- Más de 20 millones de euros en activos.
- 1 de enero de 2026: PYMEs cotizadas, excepto microempresas, deberán cumplir con los requisitos simplificados.
- 1 de enero de 2028: Empresas de terceros países con actividades significativas en la UE (ingresos superiores a 150 millones de euros en la UE y una filial o sucursal significativa).
¿Qué significa todo esto para las PYMEs, ONGs, fundaciones y administraciones públicas?
Seguramente encuentres mucha literatura por internet hablando de la CSRD y su implicación en grandes empresas y multinacionales. En este post queremos hablar de cuál es el alcance indirecto que toca a muchas otras organizaciones, de diferente tipología y más pequeñas:
- PYMEs cotizadas (cotiza en un mercado de valores, es decir, que sus acciones están disponibles para ser compradas y vendidas públicamente en una bolsa de valores): estas también deberán reportar bajo la CSRD, aunque con menos requisitos que las grandes empresas.
- ONGs, asociaciones y fundaciones: no están obligadas a cumplir con el CSRD, pero tienen un papel clave como socios, colaboradores o auditores de impacto.
- Administraciones públicas: Aunque no reportan bajo la CSRD, pueden impulsar su adopción a través de contratos, regulaciones y alianzas estratégicas.
El cambio más interesante es que las empresas grandes deberán exigir información ESG a sus socios y proveedores para cumplir con los requisitos, lo que indirectamente afecta a PYMEs, ONGs y otras entidades. Es la relación de la CSRD con estas organizaciones de lo que menos se ha hablado, y por tanto, queremos hacer especial hincapié. Vamos, que venimos a daros algo de luz. De nada 😀
PYMEs: en el radar de la sostenibilidad
Las PYMEs cotizadas están directamente afectadas por la CSRD, pero incluso aquellas que no cotizan (la mayoría) sentirán la presión de sus socios comerciales para proporcionar datos sobre su sostenibilidad. La transparencia se está convirtiendo en una demanda de toda la cadena de valor, y esto no es valadí.
Las PYMEs, sean o no contizadas, deben comenzar a medir y gestionar su impacto ambiental y social. Adoptar estándares de sostenibilidad, aunque no sea obligatorio, puede prepararlas para las demandas futuras. Cumplir con estas expectativas puede abrirles puertas a nuevos mercados, clientes y finaciación verde.
ONGs y fundaciones: más relevancia que nunca
Aunque no están sujetas a la directiva, las ONGs y fundaciones juegan un papel esencial como socias estratégicas, pueden colaborar con empresas para ejecutar programas de sostenibilidad que luego serán reportados bajo el CSRD. También como vigilantes y auditoras, actuando como garantes de que las empresas realmente cumplan con sus compromisos, validando su impacto social y ambiental. Y por último, y no menos importante, como educadoras y asesoras, ayudando a empresas y comunidades a entender el lenguaje, a veces complejo y amplio, de la sostenibilidad.
La CSRD eleva el papel de las ONGs al demandar datos y resultados verificables. Esto significa que las ONGs y fundaciones deben mejorar sus propias capacidades de medición y transparencia para seguir siendo socios relevantes.
Administraciones públicas: catalizadores del cambio
Aunque no están directamente reguladas por el CSRD, las administraciones públicas pueden influir enormemente en su implementación. Por poner algunos ejemplos:
- Contratación sostenible: podrían exigir que las empresas proveedoras cumplan con los estándares de sostenibilidad de la CSRD.
- Políticas públicas: crear incentivos fiscales o programas de apoyo para empresas que adopten prácticas responsables.
- Ejemplo propio: alinear sus operaciones con principios de sostenibilidad puede inspirar a empresas y otras entidades a hacer lo mismo.
El Cuarto Sector: pioneros en el cambio
En este contexto, no podemos olvidarnos del Cuarto Sector que está marcando la diferencia. Formado por startups de impacto, cooperativas, empresas sociales y otras entidades híbridas, este sector combina modelos empresariales sostenibles con un propósito social y ambiental claro. No solo cumplen con las demandas de sostenibilidad, sino que lideran con el ejemplo, demostrando que el impacto positivo puede ser rentable.
El Cuarto Sector tiene un papel crucial en la implementación de la CSRD, ya que sus operaciones y objetivos están naturalmente alineados con los criterios ESG. Además, estas organizaciones son aliados ideales para grandes empresas que buscan soluciones innovadoras y asociaciones auténticas para cumplir con los requisitos de la normativa.
En resumidas cuentas, el cuarto sector está a la vanguardia, y son a las que este tipo de legislaciones menos les afecta, porque está en su ADN los valores ambientales y sociales, y por tanto, van por delante de las mismas. Saben adaptar mejor sus modelos de negocio a estas normativas.
El marketing verde como aliado clave para cumplir (y mejorar) con la nueva directiva
El cumplimiento de la CSRD no es solo una obligación; es una oportunidad para contar una historia. Aquí entra en juego el marketing verde como una manera de conectar con clientes, inversores y comunidades a través de prácticas sostenibles.
El marketing verde tiene la capacidad de generar confianza. Cuando compartes de forma clara y honesta tus iniciativas de sostenibilidad, respaldadas por datos y resultados verificables, demuestras que tu compromiso es real. Esto no solo crea una percepción positiva, sino que establece una relación sólida con tus stakeholders, que valoran la transparencia por encima de cualquier declaración ambigua.
Además, el marketing verde puede crear conexiones emocionales. Hoy en día, las personas quieren apoyar a empresas que se preocupan por algo más que las ganancias. Contar historias auténticas de impacto puede resonar profundamente con tus clientes y hacer que se sientan parte del cambio. Por eso al marketing verde también se le llama marketing en valores.
Por si fuera poco, es una forma de diferenciarte en el mercado. En un entorno cada vez más competitivo, ser una empresa comprometida con la sostenibilidad no solo cumple con normativas como la CSRD, sino que te posiciona como líder. Mostrar que tu negocio tiene un propósito más amplio puede marcar la diferencia entre ser una opción más o convertirse en una marca inspiradora.
Cuidado con el greenwashing: la sostenibilidad será real o no será
Sin embargo, no todo vale en el marketing verde. Una trampa común es el greenwashing, que consiste en exagerar o incluso falsificar tus esfuerzos de sostenibilidad. Nada que no hayamos contado antes en el blog (Algunas claves para identificar greenwashing en empresas y organizaciones) Esto puede ser desastroso para tu reputación. Cada afirmación debe estar respaldada por hechos verificables. Con la CSRD, esta transparencia no es opcional: será obligatoria.
El cambio empieza aquí: una llamada a todo tipo de organizaciones
La Directiva de Informes de Sostenibilidad Corporativa (CSRD) no es solo una normativa más; es una invitación a transformar la manera en que las organizaciones, grandes y pequeñas, interactúan con el mundo. Ya seas una gran empresa, una PYME, una ONG o parte del Cuarto Sector, el impacto directo e indirecto de esta directiva está reconfigurando el panorama empresarial y social hacia un modelo más transparente y responsable.
En este escenario, el Cuarto Sector emerge como un actor clave, demostrando cómo las organizaciones híbridas, que combinan objetivos sociales y ambientales con modelos empresariales innovadores, pueden liderar esta transición. Estas empresas sociales y startups de impacto tienen un enorme potencial para inspirar a otros sectores y acelerar el cambio hacia un futuro más sostenible.
Como agencia especializada en comunicación y marketing verde, estamos aquí para acompañarte en esta transición. Creemos que cada organización tiene el poder de marcar la diferencia y que, trabajando juntos y juntas, podemos convertir los retos de la CSRD en oportunidades de liderazgo e inspiración.