Que levante la mano la primera persona que no ha querido cambiar de look porque el actual ya no le representa… ¿Nadie? 😉 Es natural, cambiamos y evolucionamos. Algo similar ocurre con la marcas, llega un momento en el que su imagen se queda obsoleta y toca renovarla.
Esto en marketing se conoce como rebranding, pero ¿cuándo hacerlo? ¿cómo saber si tu proyecto necesita rejuvenecerse? ¿qué implica este proceso? Si te has hecho alguna de estas preguntas, quédate porque las vamos a responder todas. ¡Vamos allá!
De que hablamos...
¿Cuándo hacer un rebranding?
El primer concepto que debes tener claro es que el branding es un conjunto de técnicas que se utilizan para construir la imagen de una marca (desde lo genérico hasta el más mínimo detalle) en base a lo que se desea proyectar para conectar con un público específico.
Por lo tanto, si el branding es la construcción de la imagen de una marca, un rebranding no es más que la reconstrucción de la misma. No tiene por qué ser un motivo de preocupación, es algo natural ya que cualquier proyecto está en constante evolución, no es inerte y en él influyen variables como el mercado, el público objetivo, las nuevas tecnologías, etc. Y cualquier marca para sobrevivir, debe adaptarse a estos cambios.
Todas las organizaciones nacen con una filosofía, valores, objetivos, servicios y productos pero es probable que con el paso de los años y una vez que el proyecto se estabiliza, la imagen del principio no se corresponde con la realidad de la entidad ni del entorno en el que se mueve.
No hay una fórmula mágica para predecir cuándo un proyecto necesitará una renovación de imagen, pero a continuación te contamos algunas de las principales razones de por qué hacer un rebranding:
- Para atraer y conectar con tu público objetivo. Por ejemplo, si tu empresa lleva 20 años y te diriges a una audiencia joven, tu imagen deberá transmitir frescura y adaptarse a lo que se considera actual (formas, colores, tipografías, estilo…).
- Con el fin de captar nuevos segmentos de mercado.
- Porque la imagen actual no transmite de forma correcta los objetivos y valores del proyecto.
Si crees que tu organización se encuentra en uno de estos puntos, entonces quizás sea buen momento de reunirte con tu equipo y plantear un cambio. Pero vamos a verlo mejor con casos reales:
Algunos ejemplos de rebranding #MuyVerdes
Siete Estrellas – Socialmente es una entidad que lleva más de 20 años trabajando en proyectos socioeducativos y de participación ciudadana, son clientes desde hace varios años y en 2020 nos comentaron que necesitaban actualizar su imagen porque sentían que no transmitían correctamente lo que hacen y por eso, no llegaban a sus objetivos (económicos, nº de alumnos, etc.).
Pero un rebranding va mucho más allá de cambiar un logo, va de actualizar la imagen en todos los medios que utiliza la empresa, tanto internos como externos. Por eso, es un proceso que debe realizarse de forma gradual, con una planificación previa y unos objetivos muy claros.
Con esta renovación, la marca acoge un toque actual, con colores sólidos y líneas más finas pero manteniendo la esencia de siempre.
Y como lo de en casa del herrero cuchillo de palo no va con nuestra filosofía, el año pasado también decidimos hacer un rebranding de nuestra marca. Sentíamos que la imagen no acompañaba a lo que éramos (y somos): una agencia fresca, cercana, dinámica y profesional. Si te interesa, puedes ver todo el proceso del rebranding de Verdes.
¿Qué implica hacer actualizar la imagen de marca?
Como hemos comentado antes, un rebranding va mucho más allá de renovar el logo, actualizarlo en todos los lugares visibles y decir a los 4 vientos que «tenemos nueva web».
Es un proceso que debe formar parte y complementar a la estrategia de marketing, porque será tu nueva forma de comunicar, tanto en lo que se ve como en lo que no y el cambio debe hacerse a nivel interno de la organización y externo con clientes y colaboradores.
Por ejemplo, algo tan sencillo como la firma de correo, también transmite la personalidad del proyecto. En el caso de Verdes, queremos que nos pongas cara desde el primer momento. 😉
Un rebranding (y un branding) de 10 implica diseñar e incorporar nuevas estrategias que favorezcan el vínculo entre la marca y su audiencia, fortalezcan el mensaje y permitan que evolucione durante muchos años más sin quedarse desfasada.
¿Crees que tu proyecto necesita un cambio? Cuéntanos tu caso mientras nos tomamos un café online.