Te has tirado a la piscina por fin. Has montado tu propia empresa y tienes papeles que lo demuestran (o como autónomo/a). Has invertido dinero y tiempo en un estudio de mercado, le has dado muchas vueltas al plan de negocio, has diseñado un plan financiero, has visitado el Registro Mercantil varias veces, has abierto una cuenta bancaria corporativa, has ingresado junto a tus socios/as el capital social, habéis firmado las escrituras ante notario… Ya tienes el CIF, pero faltan unos sellos por aquí, pagar impuestos por allá, presentar escrituras, más registros… y no te olvides del certificado digital. ¿Está todo?
Si has llegado hasta aquí, ¡enhorabuena! Has superado la parte más tediosa de crear una empresa. Ahora empieza un proceso igual de importante, pero mucho más agradable. En ella la creatividad y el entusiasmo serán esenciales. Y también tener la mente abierta. Nos referimos a la creación de la identidad corporativa de tu marca.
De que hablamos...
Pasos para arrancar con la comunicación de tu proyecto
Seguro que cuando piensas en cómo empezar a comunicar lo que haces, se te llena la cabeza de ideas. Y a los dos minutos, todo enmaraña. ¿Por dónde empiezo? ¿Qué necesito y por qué orden? ¿A quién contrato para algo puntual? ¿Qué tareas debo delegar?
Tranqui, es normal tener tantas dudas. Lo importante es saber hasta dónde puedes y quieres llegar. También es vital que confíes en gente profesional para encargarse del resto. Tú tienes que dedicarte a lo tuyo, a tu negocio. La comunicación y el marketing exigen una visión global, conocimientos, experiencia y algo muy importante: planificación.
Qué es la identidad corporativa y por qué es tan importante
Piensa en tu empresa como una persona: sus orígenes, su historia, sus relaciones, su formación, sus valores… todo esto nos dice quién y cómo es. En una marca sucede lo mismo. Súmale la web, el logotipo, la cultura corporativa, su forma de funcionar. La identidad corporativa es qué es, qué hace y cómo lo hace. Es decir, qué la caracteriza, cuáles son sus valores y elementos diferenciadores con el resto. En resumen: su personalidad.
El posicionamiento de tu marca dependerá de lo bien que esté definida su identidad y de lo coherente que sea con la estrategia de comunicación.
Una buena identidad corporativa te ayudará a diferenciarte de la competencia. También repercute en la reputación de la empresa y la confianza que inspire al público. Sirve para que comuniques siempre de forma coherente, algo muy importante para que la marca sea reconocida con facilidad. Todo esto servirá para que tu marca sea recordable, lo que se llama estar en el «top of mind» de la gente.
Cómo diseñar la identidad corporativa
Para que te hagas una idea, resumimos aquí las fases más importantes de este proceso:
Define la filosofía de tu marca
Lo primero es lo primero. Fija la misión, la visión, los valores y los principios del proyecto. Establece cómo vas a hacer las cosas y con qué objetivos. Todo esto conforma la cultura corporativa, que debe ser compartida por quienes integréis el equipo.
Crea la identidad visual corporativa
Debe ser la representación gráfica de todo lo anterior. No pierdas de vista que las emociones juegan un papel muy importante a la hora de que las personas consumidoras tomen su decisión de compra. Por ello, la identidad visual debe ser una suma de lo racional y lo emocional.
Los elementos que la componen te sonarán: desde el nombre al eslogan, pasando por el logotipo, la tipografía empleada, los colores corporativos, el estilo de imágenes que se vayan a usar, la voz y el tono de la marca —muy importante, por ejemplo, para la presencia en redes sociales—, la web, la papelería, el packaging y demás materiales.
Elabora el manual de identidad corporativa
Este documento servirá de guía para establecer los usos de los distinto elementos visuales y que el resultado siempre sea coherente. Esto es clave para tener una imagen de marca consistente.
Diseña la estrategia de comunicación
Llegado este punto, tenemos que tener muy claro qué queremos transmitir. Elaborar un plan estratégico es fundamental. No se puede empezar a publicar por ahí sin orden. La comunicación debe ser algo organizado y coherente, dirigido a cumplir unos objetivos.
Monitoriza la reputación online de tu marca
Las redes sociales e Internet en general son una herramienta muy útil para pulsar la opinión del público. Saber en todo momento qué piensan de lo que haces te servirá para mejorar. Además, permite detectar muy rápido si hay algún problema de imagen y solucionarlo antes de que vaya a más.
La estrategia de comunicación, la clave del éxito
Comunicar con eficacia y cumplir los objetivos marcados no es cosa de suerte ni de publicar mensajes al tuntún.
La estrategia es un marco de actuación que nos da las pautas para comunicar en todo momento. Para elaborarla es necesario analizar la situación actual (de dónde parte la marca, el entorno, la competencia), marcar objetivos de comunicación (deben ir alineados siempre con los objetivos empresariales), definir los públicos objetivos, establecer los mensajes a transmitir, elegir los canales para hacerlo (web, blog, qué redes sociales, etc.), calendarizar las publicaciones, ejecutar el plan y no olvidar nunca la medición. Evaluar es fundamental para ajustar esfuerzos, introducir cambios y, en definitiva, mejorar.
Ya, son un montón de cosas. Seguro que más de las que pensabas en un principio, ¿verdad? Como la comunicación es más compleja de lo que pueda parecer a priori y además es imprescindible para una imagen de marca saludable, elige profesionales para manejarla. En Verdes Digitales creamos estrategias de comunicación y marketing para que tu proyecto llegue más lejos. ¿Hablamos?