Tienes un proyecto ambiental o social y te has dado cuenta de lo importante que es estar presente en el mundo digital ¿no? Has visto que todos los proyectos que conoces tienen un perfil en redes sociales. Has analizado a tu competencia y sí, tu emprendimiento es el único que no está cuidando tanto como debería sus redes. Y puede que sea verdad, pero una cosa te vamos a decir: Si vas a empezar a cuidar tus redes sociales con el único objetivo de tener más ventas, te has equivocado de herramienta.
De que hablamos...
Las redes sociales no van a vender tu producto
Las redes sociales no van a vender tu proyecto. Por mucha buena intención, por muy verde que sea, por mucho empeño que le pongas, un perfil en tik tok, instagram o google my buissnes no te van a lanzar de lleno a conseguir miles de millones de ventas. Y es que hay muchísimos factores que afectan a que una persona se interese por lo que ofreces y esté dispuesta a comprarlo.
Tu proyecto ambiental o social necesita apoyarse en muchas más cuestiones más allá de una red social para lograr todos tus objetivos. Para empezar, ¿qué ofreces? ¿Cuál es el problema que le solucionas a la audiencia? Eso que ofreces ¿es algo que de verdad necesitamos? Más allá de eso, tu propuesta de negocio es realmente sostenible y comprometida o te estás limitando a realizar el arte del social o el greenwashing?
Si tienes claras las respuestas a todas esas preguntas, sabrás que hay otros los factores fundamentales que ayudan a que un posible cliente decida invertir en tu proyecto, como por ejemplo, una buena página web que sirva como carta de presentación de tu marca, un buen branding y manual de identidad que permitan diferenciarte del resto de tus competidores…
Y por supuesto, lanzándonos de lleno a las redes sociales, será imprescindible contar con una buena estrategia. Además de, claro está, la inversión que quieras hacer en publicidad. ¿Estarías dispuesto/a a pagar por anunciarte en un cartel en cualquier marquesina de bus? ¿Por qué nos cuesta más pensar en la inversión en redes? Tendemos a creer que el crecimiento es mágico y, perdona que te digamos esto, pero la publicidad también será una pieza clave si quieres darte a conocer.
Las redes sociales no van de vender tu producto
Igual suena contradictorio con todo lo que hacemos, pero no, las redes sociales no van de vender tu producto. Las redes sociales son la manera que tienes como persona, como empresa o como marca de generar una comunidad (¿te dice algo eso de que se llamen sociales?), de contactar con las personas a las que les puede interesar tu proyecto ambiental o social, de despertar interés en los demás, de concienciar, de comunicar, divulgar, compartir y conectar, pero, aunque se estén empeñando en ser cada vez más y más comerciales, no, no van de vender.
Las redes sociales van de socializar, eso implica generar conversaciones, comunicarte con tus clientes, posibles clientes y futuros clientes. Las redes sociales van de hacer de tu marca algo mucho más humano y mucho más cercano. Van de dejar de ser un ente sin cuerpo ni voz para convertirte en algo más que acompaña en el día a día a muchas personas.
En definitiva, las redes sociales van de fidelizar, de ser una marca cercana que comparte momentos, experiencias y conocimiento a su audiencia. En los proyectos ambientales o sociales, además, esto es imprescindible ¿por qué? Porque existe un componente básico que es el que a ti te hace comenzar a diseñar tu emprendimiento y a tus clientes empezar a participar en él: la empatía. Empatía con el planeta, con la sociedad, con grupos concretos de personas, con acciones específicas… Empatía con lo que nos rodea. ¿Y cómo consigues eso? Con una buena historia que contar en tus redes sociales.
Las redes sociales te van a ayudar a coger impulso
Por supuesto, en ningún momento te hemos dicho que no tengas redes sociales para tu proyecto ambiental o social, es más, te recomendamos que, si no tienes un perfil abierto, lo abras ya. Estas herramientas son un escaparate de lo que haces, igual que cuidarías el de tu tienda en cualquier calle de cualquier cuidad, deberías cuidar el escaparate de tu proyecto en cualquier perfil de cualquier red social.
Las redes sociales te van a ayudar a coger impulso porque son una manera muy buena de que las personas que pasan mucho tiempo en ellas te conozcan, porque, como hemos dicho antes, son un lugar en el que compartir y conocer a quienes consumen tu producto o servicio. Pero desde luego, hay que cambiar el enfoque.
Las redes sociales no son un trampolín hacia el éxito porque no pueden ser el único canal a través del cual realizas tu comunicación, no pueden ser la única herramienta en la que te apoyes para vender, pero si que pueden ser las escaleras que tienes que subir hasta llegar a ese trampolín. Pueden ser (y de hecho son) una pieza fundamental del puzzle que hay construído alrededor de tu proyecto ambiental o social, pero tenemos que empezar a verlas como el escaparate que son, como la oportunidad de hacer nuestras marcas más humanas, como la herramienta que nos permite tener un contacto casi directo con nuestros potenciales clientes, pero no como nuestra tienda.
Y hablando de redes sociales… no te olvides que estamos en (casi) todas y le ponemos mucho mimo a nuestros escaparates: Twitter, Facebook, Instagram y LinkedIn ¡Te esperamos allí!
