Futuro y sostenibilidad se han convertido en dos conceptos simbióticos: no entendemos el uno sin el otro. La crisis climática no se soluciona solo con buenas intenciones y el colectivo científico ya se baja de la vida.
La coordinación y cooperación transversal entre diferentes agentes es imprescindible. Hecho que prácticamente obliga a que todas las partes interesadas comprendan cómo se puede mejorar la transformación hacia un modelo ecológico y justo, que no deje a nadie atrás. Y en ello, los criterios ESG tienen algo que ver. ¿Has escuchado este término pero no te queda claro? ¡Te lo explicamos!
De que hablamos...
Los criterios ESG como indicadores de sostenibilidad empresarial
Los criterios ESG aluden a las siglas en inglés de ambiental, social y gobierno corporativo y hacen referencia al compromiso sostenible (o triple balance) de una entidad.
El gobierno corporativo se asocia a grandes empresas que cotizan en bolsa y se resume como el conjunto de normas y procedimientos que rigen la actividad y forma de ser de una empresa. Yendo al grano, marca el rumbo a seguir en la toma de decisiones globales, teniendo presente que la empresa debe mejorar en cuanto a beneficios económicos pero también en otros aspectos importantes de cara a inversores, gobiernos y consumidores.
Sí, hablamos del impacto socioambiental de la entidad o lo que es lo mismo, su Responsabilidad Social Corporativa RSC.
Ahora que ya conocemos qué son los criterios ESG, veamos qué se evalúa en cada uno:
El factor ambiental (E, de environment)
Mide los impactos de la empresa en el medio ambiente y las acciones para reducirlo.
Como ejemplos, medir la huella de carbono o la huella hídrica, conocer cómo contribuye una entidad en la conservación de la biodiversidad o qué estrategias de economía circular, reducción de gases de efecto invernadero y generación de residuos plantea.
S, el factor social
Analiza el comportamiento de la empresa en el entorno social: trabajadores/as, proveedores, clientes y ciudadanía en general. Tiene en cuenta el cumplimiento de los derechos humanos, las condiciones laborales, los planes de igualdad y vela por la protección y bienestar de las personas.
Los criterios de un buen gobierno corporativo (G)
Como su propio nombre indica, esta evaluación se centra en la cúspide de la pirámide de cada empresa. Analiza las cuestiones relacionadas con la cultura del gobierno corporativo, los procesos de gestión, los planes de transparencia, las estrategias fiscales, las normativas a cumplir, etc.
En resumen, los criterios ESG evalúan los puntos no financieros de una entidad y en España, su presentación es obligatoria para aquellas sociedades y entidades de interés público que tengan un activo superior a 20 millones de euros, un importe neto de la cifra anual de negocios de más de 40 millones o que el número de empleados supere los 250. Puedes leer más en el BOE.
¿Y qué pasa con las sociedades y entidades que no están obligadas a presentar informes no financieros?
¿Significa esto que la gestión ESG solo es para tiburones de Wall Street? Al igual que ocurre con los planes de RSC y las estrategias de sostenibilidad, la respuesta es ¡no!
A su nivel y teniendo en cuenta sus recursos, una pequeña o mediana entidad también puede (y debe) medir su impacto ambiental, social y por qué no, el desempeño de su dirección en esta materia.
Los criterios ESG son cuestiones intangibles y cada organización debe diseñar su propio sistema de medición, adaptado y personalizado. A continuación, te damos algunos consejos para hacerlo:
- Identifica las áreas de mejora y establece los indicadores a medir. Para ello puedes inspirarte en los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU.
- Preguntas interesantes: ¿Qué ODS cumple tu organización?¿Cuáles podría cumplir en un tiempo determinado?
- Estudia por separado los 3 bloques: impacto ambiental, social y de gobierno corporativo (que dependerá del tamaño y organigrama de tu organización).
- Reflexiona sobre el propósito de la entidad para no desviarte de él. ¡La coherencia es un plus!
- Comunica los planes y resultados a toda la organización. Aquí tienes algunas ideas para mejorar la comunicación interna.
Estos son los beneficios de medir y comunicar el desempeño en sostenibilidad de tu organización ambiental o social
Los criterios ESG son la base de las inversiones responsables con el medio ambiente y la sociedad. Algunas empresas de inversión y Business Angels eligen invertir en proyectos «verdes» y en empresas con un buen rendimiento sostenible. Por lo tanto, son una buena oportunidad si quieres atraer financiación.
Otro tema a tener en cuenta es la legislación cada vez más restrictiva en materia ambiental. No es descabellado pensar en adelantarse a las exigencias normativas e ir un paso por delante.
La sostenibilidad es una inversión a largo plazo que ayuda a optimizar recursos y a poner tu granito de arena para salvar al planeta. Además, los consumidores son cada vez más exigentes y concienciados con el fin de «lo fast«.
Pero todo esto se queda cojo si no lo comunicas de una forma estratégica y adaptada a tu público objetivo. ¿No crees? Podemos ayudarte con la comunicación de tu organización ambiental o social a golpe de clic.
