¿Cuántos quebraderos de cabeza te traen las redes sociales? Voy a ponerte una situación que igual se te hace familiar: Claudia tenía un proyecto de divulgación ambiental y, la verdad, lo cogió con muchas ganas. Antes de lanzarse de lleno en este mundo, se informó acerca de todo lo que necesitaba para tener presencia en internet y lograr que la gente se interesase por lo que tenía que contar al mundo. Abrió sus redes sociales y, aunque al principio le costó un poco, cada vez conseguía más y más seguidores, así que estaba contenta. Pero a medida que la comunidad crecía, se iba dando cuenta de que había algo que no funcionaba…
Es cierto que el número de seguidores de Claudia no dejaba de crecer en ningún momento y que, según las expectativas que ella tenía creadas sobre las redes sociales, ese era el objetivo que debía cumplir, pero tardó mucho tiempo en descubrir que el éxito de su proyecto no estaba en ese número concreto, sino en lo participativa que fuera la comunidad que estaba creando.
En cuanto Claudia se dio cuenta de lo que estaba fallando en la comunicación de su proyecto, decidió darle una vuelta a la estrategia que estaba siguiendo para crear una comunidad más participativa, conectada, comprometida y que, sobre todo, impulsase su proyecto. Y hoy venimos a contarte todo que hizo para conseguirlo:
De que hablamos...
Comunicar y sensibilizar en redes sociales
Claudia sabía que necesitaba una comunidad que empatizase con su proyecto, que fuera consciente de la realidad que ella transmitía y que quisiera formar parte del mensaje y el cambio que buscaba. Así que el primer paso, por supuesto, fue transmitir todos los aspectos que rodeaban a su proyecto. Cuál era su objetivo, su motivación…
Además, sabía que para lograr empatía, necesitaba sensibilizar, es decir, concienciar. Así que puso en marcha todo su conocimiento para lograr que el mensaje llegase lo más lejos posible.
Hay una cosa que está clara: Ningún proyecto puede asentarse sobre castillos en el aire, y la comunicación de este, tampoco. Así que después de tener unas bases lógicas y bien construidas, solo queda darle caña al mensaje y ser un perfil de referencia, que sabe de lo que habla, que contrasta la información y que aporta mensajes con valor a su audiencia.
Comparte con tu comunidad
Ya, el contenido propio y original es imprescindible para la comunicación de tu proyecto, si, pero Claudia aprendió una cosa de todo esto: que pertenezca a tu sector no lo convierte en competencia. En el mundo ambiental y social, vamos todos y todas a una, tenemos un objetivo común, y compartir el trabajo de otras personas, de otras empresas y marcas, no va a hacer que toda tu audiencia se vaya de golpe. Así que, si alguien crea un contenido interesante ¿Por qué no ibas a compartirlo?
Además, no olvidemos una de las claves de las redes sociales: los memes. Señoras y señores, los memes, el humor, las viñetas, los gifs… rompen fronteras. ¿Por qué? Porque cualquiera se puede identificar con ellos y todos y todas captamos el mensaje que transmiten, son fáciles de digerir, nos llegan rápido y nos hacen sentir cierta conexión con las demás personas que sienten identificadas. Y a Claudia le funcionó bastante utilizarlos.
Además, si tu proyecto lo requiere, también puedes compartir tutoriales, información relevante que esté relacionada con lo que haces… ¡Hay muchísimo contenido, aprovéchalo!
Abandona la vergüenza y preséntate
¿Sabes qué redes sociales lo están petando ahora mismo? Si, tik tok y twitch. Y ¿sabes por qué? No hemos desarrollado una investigación excesivamente profunda al respecto, pero algo sospechamos que tiene que ver con la cercanía con la que los creadores de contenido se comunican.
No te estamos diciendo que te abras de pronto un perfil en tik tok porque igual tu proyecto no requiere eso (aunque si lo haces, te metemos en esta lista). Pero Claudia se dio cuenta de que no se estaba mostrando, de que su marca y su proyecto eran completamente impersonales. No importaba que el mensaje que tuviera fuera el más potente o que la información que compartiese estuviera completamente cuidada, nadie sabía quién era y, por tanto, no conseguía empatizar.
Eso sí, tardó poco en lanzarse de lleno al nuevo mundo que te ofrece ponerte delante de una cámara, empezó a perder la vergüenza, a dejarse ver, a hablar, interactuar y contar; y sus seguidores empezaron a querer conocer más y más el proyecto. Ya había alguien dando la cara, ya sabían con quién hablaban, ya contaban con una confianza previa.
Pregunta y aporta
¿Por qué quieres crear una comunidad participativa si no la tienes en cuenta? Es más ¿Cómo quieres que tu comunidad participe si no la tienes en cuenta? Pregunta, interésate por conocer las inquietudes que tienen, qué necesidades resuelve tu proyecto, qué buscan de ti…
Claudia, en su proyecto de divulgación ambiental, tenía muy claro cómo hacerlo, así que cada semana hacía encuestas con varias temáticas y se dedicaba, durante toda la semana a resolver dudas, hablar sobre ese concepto concreto, aportar soluciones a los problemas creados alrededor… Todo esto, claro está, tenía relación con el tema central de su propio proyecto.
Hay mil maneras de contactar con nuestros seguidores, de saber qué buscan, qué puedes aportar y qué es lo que mejor funciona, ¡pregúntales!
Sácale partido a todas las herramientas
Las redes sociales, cada vez más, nos ofrecen un montón de herramientas para contactar con la audiencia o hacer que esta, al menos, participe e interactúe con nuestro contenido, desde encuestas, juegos de preguntas, música… Tú solo tienes que ponerle un poco de imaginación y lanzarte de lleno a explotar las herramientas que nos ofrecen estas plataformas.
Si estás un poco perdido/a con esto, puedes empezar con estos consejos para Instagram, optimizar tu ficha en google my business, o ver qué es lo que están haciendo otras cuentas en twitter.
Pierde el miedo y sé como Claudia
Claudia fue capaz de encontrar el problema que había con sus redes sociales y la comunicación que estaba haciendo de su proyecto ambiental y buscó la manera de solucionarlo. Claudia no tuvo miedo a innovar, a cambiar cuando se dio cuenta de que algo no iba bien. Claudia buscó información, indagó, probó, se equivocó y volvió a intentarlo hasta que consiguió, de verdad, crear una comunidad que se encontraba unida a ella y participaba en las conversaciones que generaba.
No tengas miedo, las redes sociales no son una fórmula matemática y muchas veces tendrás la sensación de que no funcionan, de que no avanzan y de que no estás logrando tus objetivos. Paciencia, perseverancia, estrategia y constancia, es lo único que te podemos decir. No pierdas los nervios, cuida lo que haces y haz de la historia de Claudia, la tuya. ¡Estamos convencidos/as de que puedes!
Y… como nosotrxs también estamos construyendo nuestra propia comunidad participativa en redes sociales, recuerda que puedes contactarnos en Instagram, twitter, facebook y linkedIn.
2 respuestas
Me encantó, ¡muchas gracias!
Me gustaría saber cómo se llama el proyecto de Claudia para buscarla en redes sociales, por favor.
¡Muchas gracias!
¡Hola Ana! Muchas gracias a ti por leernos, esperamos que te haya servido. El proyecto de Claudia es un proyecto inventado para generar un hilo conductor a lo largo de todo el artículo, no es real a pesar de que los consejos si, disculpa.